Despedidas de soltero “a la holandesa”

Lo que voy a contar a continuación se refiere a un grupo determinado de amigos y creo que generalizar no sería lo justo. Nunca he estado en ninguna despedida de soltero en España, pero creo que he ido a la despedida de soltero mas tranquila del mundo. Nada de striptease, ni tetas de plástico (esas que funcionan dándoles cuerda) saltando por encima de la mesa, ni after-hours, ni bravas, ni botellón de la muerte, ni Asturias patria querida, .... Eso si, todo organizado y aderezado con cerveza desde las 9 de la mañana. Resumo: el suegro despierta al novio, lo mete en un tren que le lleva a Valkenburg (pueblo muy bonito), le recoje su padre y le lleva a un camping donde le esperan los amigos vestidos con una camiseta de camuflaje para hacerle pasar una serie de pruebas (ir en bici, buscar pistas con mapas por el bosque, series de flexiones, ...) luego barbacoa, ducha y de fiesta por el pueblo que por cierto, tiene mucha marcha. Como los oriundos solo beben cerveza, y yo después de dos ya estoy harto, me dediqué a beber el brevaje alemán Jagermeister, que es como el licor de hierbas Mallorquín, pero a lo bestia. Después de muchas rondas, ya empezaba hasta a entender el dialecto en el que hablaban los amigos del novio, que es una mezcla entre holandés y alemán. A las 3, y con un pedo como un canasto, nos metimos en unos taxis que nos llevaron al camping donde nos esperaban unas cómodas esterillas que nos permitieron dormir a nuestras anchas. Al día siguiente.... a casa! En general, fue divertido, pero demasiado dentro de la normalidad. A mi me sirvió para descubrir Holanda “La nuit”, que todavia no la conocía ya que salgo poco, y cuando salgo no suelo volver a cuatro patas.